youcat_work_more_than_a_job_mobile
youcat_work_more_than_a_job
Credopedia ¿Trabajo – más que un simple empleo?

Credopedia

¿Trabajo – más que un simple empleo?

¡1 de mayo – Día del Trabajo! Para algunos, un día libre para relajarse o no hacer nada; para otros, una ocasión para salir a manifestarse. Pero, ¿qué significa este día a la luz de la fe cristiana? ¿Y cómo es un trabajo que no solo da dinero, sino también sentido? Aquí entra en juego la Doctrina Social de la Iglesia – y el DOCAT tiene un montón de respuestas.

mins read | Stani Mičkovicová

¡Eres parte del equipo de co-creación de Dios!

El dinero es importante – sin duda. Pero trabajar es mucho más que solo ganar dinero: moldeas el mundo, pones en juego tus talentos y asumes responsabilidades. ¡Eres parte del equipo de co-creación de Dios! Por eso la Doctrina Social de la Iglesia subraya la dignidad de la persona y el valor del trabajo como participación en la obra creadora de Dios.

El Papa Francisco escribe en el prólogo del DOCAT – un libro de la serie YOUCAT que presenta la Doctrina Social de la Iglesia a los jóvenes: «Deseo un millón de jóvenes cristianos, o, mejor, toda una generación que sea para sus contemporáneos ‘la Doctrina Social con pies’. Solamente transformarán el mundo quienes con Jesús se entreguen a él …»

Cuando el trabajo se convierte en vocación

La entrega de la que habla el Papa comienza en la vida cotidiana, en las pequeñas y grandes tareas que se nos han confiado. ¡Cuánta influencia podemos tener en nuestro entorno cuando dejamos de ver lo que hacemos como una simple obligación y lo asumimos como una oportunidad para construir, junto a otros, el Reino de Dios! Y aunque suene patético, el Reino de Dios sin amor queda en una idea vacía.

Es el amor el que da a nuestras acciones un valor eterno. El trabajo que está impregnado de pasión y amor no solo tiene sentido, sino que también da alegría. Quien encuentra sentido en su trabajo está más motivado, comprometido, eficiente – y experimenta: pertenezco a algo más grande que yo mismo. Porque sí: tus capacidades no son simplemente una propiedad privada – son dones que puedes poner al servicio de la comunidad.

En el DOCAT se dice: «El fin de la vida humana no es acumular dinero o alcanzar la gloria humana, sino lograr la vida eterna junto a Dios mediante la oración, la participación en el culto y el amor diario al prójimo. Siempre y cuando el trabajo del ser humano esté sometido a este fin, podemos decir que vivimos como cristianos.» (DOCAT, 138)

San José nos muestra cómo el trabajo da frutos

Since 1955, the Catholic Church has commemorated Saint Joseph the Worker on May 1st. With the introduction of this feast, Pope Pius XII made a deliberate statement: the dignity of human labor and workers should become visible in the Christian message.

José, que ganaba el sustento de su familia como sencillo artesano, se convierte en ejemplo para todas las personas trabajadoras que contribuyen al bien de sus familias, de la sociedad y de la Iglesia. Y aunque fue el padre adoptivo de Jesús – ¡Dios hecho hombre! –, no se nos transmite ni una sola palabra suya en la Sagrada Escritura.

José, el carpintero silencioso de Nazaret, es verdaderamente un hombre de acción. Alguien que se levanta sin demora y sigue la voluntad de Dios: sin hacer preguntas, sin titubear.

Jesús mismo «se sometió al aprendizaje de un oficio trabajando como carpintero en el taller de José hasta que cumplió treinta años.» (DOCAT, 137) La ‘escuela de José’ fue de hecho la única ‘escuela profesional’ que conoció Jesús. Por eso, al comienzo de su vida pública, los habitantes de Nazaret lo ven no como un rabino, mucho menos como el Mesías, sino como un trabajador: «¿No es este el carpintero?» (Mc 6,3)

¿Trabajo – don o ídolo?

Si el trabajo fue un lugar de aprendizaje incluso para Jesús, también nuestro día a día puede ser un lugar donde madurar, crecer – y encontrarnos con Dios. Pero la Biblia no oculta que, después de la caída del pecado, el trabajo también significa esfuerzo: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente …» (Gn 3,19)

«El trabajo es parte de la vida, pero no es la vida del ser humano. Es es una diferencia importante.» (DOCAT, 138)

Y sin embargo, hay personas para las que la oficina se convierte en hogar y la agenda repleta en su único sentido vital. Viven solo para su trabajo. El “workaholismo” o adicción al trabajo es como una compulsión interior – comparable a la adicción al juego o al internet. Cuando el trabajo se convierte en una forma de evasión o incluso en adicción, deja de ser un don. Entonces se convierte en un ídolo que esclaviza al ser humano.

Conócete a ti mismo – en Dios

Eres más que lo que haces. Date tiempo para preguntarte de nuevo: ¿Quién soy más allá de mis actividades? ¿Qué es lo que realmente busco? ¿Quiero quizás, con tanta actividad, evitar mirar algo? ¿Estoy huyendo de mí mismo, de mi vacío, de mi miedo a no ser suficiente?

Si sólo te defines por tus logros, pierdes el vínculo contigo mismo y con los verdaderos fines de la vida. No dejes que el ajetreo cotidiano te aplaste. No olvides: tienes un valor que no depende de tu trabajo.

Ve al silencio y habla con Dios, tu Creador: Dios, ¿qué quieres decirme en este momento? ¿Dónde me necesitas hoy? ¿Cómo puedo vivir mi vida y lo que hago de una forma que te agrade a Ti y sea fecunda para los demás?

Descubre el DOCAT – La Doctrina Social de la Iglesia

Identidad – El poder del amor