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En camino hacia el Jubileo de los Jóvenes: Dar sentido a tu peregrinación
Se acerca el Jubileo de la Juventud. ¿Quizás seas uno de los millones de peregrinos que viajan a Roma este año? Si es así, aquí tienes cinco consejos útiles para prepararte. Incluso si no estás presente, puedes peregrinar por tu cuenta desde casa: consulta con tu diócesis para saber qué lugares de peregrinación especiales ha designado tu obispo para el Año Santo.
- 1. Aclara tu por qué: ¿Por qué quieres hacer una peregrinación?
- 2. Aclara tu objetivo: ¿Hacia dónde te lleva tu camino?
- 3. Empaca conscientemente: ¿Qué necesitas en tu viaje?
- 4. Dale forma a tu viaje
- 5. Especial de Año Santo: La indulgencia como don espiritual
1. Aclara tu por qué: ¿Por qué quieres hacer una peregrinación?
Una peregrinación no es un viaje de vacaciones común y corriente, porque comienza con un paso interior de giro hacia Dios y arrepentimiento. Sé consciente de lo que tu peregrinación debe expresar. ¿De qué maneras quieres crecer? ¿Cómo quieres relacionarte con Dios?
- ¿Hay incertidumbre en tu vida? ¿En tus estudios, tu trabajo, tu familia? ¿Quieres pedirle algo a Dios?
- ¿Quieres dar gracias a Dios por algo o hacer penitencia? Escríbelo específicamente: ¿Cuál es tu POR QUÉ?
Escríbelo específicamente: ¿Cuál es tu POR QUÉ?
2. Aclara tu objetivo: ¿Hacia dónde te lleva tu camino?
Ya sea que estés haciendo una peregrinación a Roma o a un lugar local, es importante que elijas y des forma consciente a tu objetivo.
Numerosos eventos te esperan en Roma para el jubileo. Infórmate con antelación y planifica tus visitas con antelación, además de los eventos principales:
- Reliquias de tus santos favoritos
- Participación en las Santa Misa, confesiones y momentos de oración
- Pasando por las Puertas Santas
3. Empaca conscientemente: ¿Qué necesitas en tu viaje?
Una buena preparación empieza con tu mochila. Presta atención a tus necesidades físicas y espirituales:
- Calzado cómodo, botella de agua, protección solar y contra la lluvia
- Ropa adecuada (hombros y rodillas cubiertos)
- Bolígrafo y cuaderno para pensamientos personales
4. Dale forma a tu viaje
El movimiento externo también debería impulsarte internamente. Moldea tu peregrinación espiritualmente: Rezad juntos el rosario o las letanías a lo largo del camino.
- Rezad juntos el rosario o las letanías a lo largo del camino.
- Canta canciones de peregrinos
- Planifica momentos de silencio y comparti
- Vuelve siempre a tu POR QUÉ: ¿Qué te llevó a emprender este viaje?
5. Especial de Año Santo: La indulgencia como don espiritual
«La indulgencia es un signo de que el amor de Dios es más grande que cualquier pecado». – Papa Francisco
Un elemento central del Año Santo es la indulgencia plenaria: es un don espiritual de la Iglesia que nos ayuda a seguir sanando interiormente después del perdón de nuestros pecados.
Cuando nos confesamos, Dios perdona nuestros pecados, pero las consecuencias de nuestros errores permanecen en nosotros, como cuando aún nos sentimos débiles después de recuperarnos de una gripe.
La indulgencia nos ayuda a superar estos “castigos temporales del pecado” porque nos acercamos conscientemente a Dios: a través de la oración, las obras de caridad, los sacramentos o, por ejemplo, una peregrinación. Es como si Dios dijera: “Veo tu buena voluntad y te doy fuerzas para comenzar una nueva vida”.
Por lo tanto, la indulgencia no es un pase libre, sino una señal del amor y la misericordia de Dios, que nos acompaña en el camino hacia la santidad. En ella, se hace visible que nuestra fe es integral. Concierne tanto al alma como al cuerpo.
A través de acciones concretas demostramos lo que creemos y que Dios está realmente actuando en ello.
Para obtener la indulgencia plenaria se necesita:
- Arrepentimiento genuino por tus pecados: realmente quieres cambiar tu vida.
- Confesión (una confesión es suficiente para múltiples indulgencias)
- Eucaristía
- Oración por las intenciones del Papa (la Iglesia recomienda el Credo, el Padrenuestro y el Avemaría)
Formas de obtener una indulgencia
1. Ir de peregrinación
2. Visitar un lugar sagrado
3. Hacer buenas obras
- Ayudar a personas enfermas o mayores
- Visitar a los presos
- Dar a los pobres algo que no te gusta regalar
- Pasar tiempo con personas solitarias
- Renunciar a algo (por ejemplo, las redes sociales o los dulces)
- Ayuno u oración, especialmente los viernes
4. Si no puedes viajar
Incluso si estás enfermo o no puedes salir, aún puedes recibir la indulgencia, si rezas desde el corazón y te conectas con otros, por ejemplo, a través de la radio o una transmisión en vivo.
Peregrinar significa más que simplemente viajar
Ya sea que vayas a Roma o te quedes en casa, una peregrinación es un viaje hacia Dios. Comienza en el corazón, se hace tangible a lo largo del camino y encuentra su plenitud en el encuentro con Cristo.
Parta con un propósito claro, una meta espiritual y un corazón abierto.
Set out with a clear purpose, a spiritual goal and an open heart.
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