¿Por qué el aborto no es una solución?

Ante Dios, todos somos VIP

En diciembre de 2012, el Palacio de Buckingham anunció que la duquesa Kate estaba embarazada. Esta noticia despertó un gran interés y curiosidad en todo el mundo. Los medios especulaban acerca de si el heredero al trono se llamaría George, James, Alexander o Arthur. Para ellos, el embrión no nacido ya era el futuro rey.

Ante Dios, cada ser humano es un VIP. Esto también se aplica al embrión no nacido, que desde una perspectiva cristiana y católica posee una dignidad inviolable y, por lo tanto, debe estar dotado de los mismos derechos humanos que le corresponden a cualquier persona ya nacida. Por desgracia, esta convicción ya no se comparte en muchos países del mundo. Se practican millones de abortos en todo el mundo, sacrificando vidas humanas.

¿Cuándo llega un feto humano a ser persona?

En el momento en que la célula espermática masculina y el óvulo femenino se unen, ya es un nuevo ser humano con una dotación genética única y completa. Desde ese momento comienza un desarrollo continuo que solo termina con la muerte.

Ya entre el día 18 y el 25, el corazón comienza a latir, alrededor del día 20 se forman las bases del sistema nervioso. En el día 42 se desarrolla el esqueleto, hay reflejos presentes, y a partir del día 43 se puede medir la actividad cerebral.  En la octava semana, el cerebro y todos los órganos del cuerpo están formados, y el feto reacciona al tacto. Comportamientos complejos como parpadear, tragar y cerrar el puño al ser tocado ocurren en la novena y décima semana. En la semana 11, el feto chupa el dedo y respira líquido amniótico. Ya alrededor de la semana 12, todos los órganos son funcionales.

Los hechos científicos demuestran una cosa muy clara: el feto humano es un individuo humano independiente desde el momento de la concepción. No es solo una parte del cuerpo de la mujer. Por tanto, tiene derecho a la protección y a la vida.

Ser la voz de los que no tienen voz

La santa Madre Teresa de Calcuta defendió firmemente los derechos de los no nacidos. Al recibir el Premio Nobel de la Paz en 1979 en Oslo, Noruega, dijo entre otras cosas: “Para mí, esas naciones que han legalizado el aborto son las naciones más pobres de todas. Tienen miedo de los más pequeños, tienen miedo de los niños no nacidos. … Les suplico en nombre de los más pequeños: salven a los que van a nacer, ¡reconozcan la presencia de Jesús en ellos!”

Este llamamiento deja claro: cada aborto significa la muerte de un nuevo ser humano directamente en el útero, el lugar que debería ser un refugio seguro para el niño. Un embrión humano es, desde un punto de vista moral y científico, mucho más que un mero cúmulo de células. Desde el primer momento de su existencia, es un ser irrepetible y precioso, creado a imagen de Dios, deseado por Dios y amado por Dios.

Por eso, la Iglesia considera el derecho a la vida como el más fundamental de todos los derechos humanos. El aborto, que tiene como objetivo la muerte del ser humano no nacido, es una violación de este derecho. En nuestro tiempo, cuando la legalización irrestricta del aborto es promovida por políticos y pensadores influyentes, la Iglesia tiene el deber de defender a los más débiles e indefensos y ser una voz para aquellos que no tienen voz.

Céline Dion le debe su vida a un sacerdote

La historia conoce a muchas mujeres valientes que arriesgaron sus vidas para salvar la vida de su hijo (Chiara Corbella Petrillo). Ellas sabían que un hijo nunca es un error, un problema, una carga, un accidente o un castigo. Un hijo es un regalo. Siempre y en cualquier circunstancia. Porque Dios no comete errores cuando llama a un ser humano a la existencia.

Con millones de discos vendidos, Céline Dion es una de las cantantes más exitosas de nuestro tiempo. Pero esto casi no hubiera ocurrido, porque… Su madre ya había criado a 13 hijos cuando de repente quedó embarazada de Céline. Estaba tan consternada que consideró la posibilidad de un aborto. Muchos años después, Céline Dion contó cómo su madre, en su desesperación, buscó a un sacerdote católico: “Él le dijo que no tenía derecho a ir contra la naturaleza… Así que debo admitir que en cierto modo le debo mi vida a ese sacerdote.” Y con profunda gratitud hacia su madre, Céline dijo: “Cuando superó su decepción de que un aborto no era una opción, me amó con la misma pasión con la que había amado a los últimos pequeños.”

No estás sola

Es comprensible que frente a un embarazo inesperado se pueda sentir una gran angustia. El miedo puede ser tan abrumador que el aborto parezca la única salida.
"¿Cómo se lo diré a mis padres?"
"¿Cómo lo haré financieramente?"
"¿Y qué pasará con mi educación o trabajo?"
El mundo parece desmoronarse. Y es en esos momentos cuando es crucial no perder la cabeza.

Recuerda que no estás sola y que en cualquier situación, por desesperada que parezca, siempre hay esperanza. Dios conoce tu angustia. Dios se hizo hombre, ¡sí, se hizo un niño, un embrión! El milagro de la Encarnación muestra que cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, tiene un valor incalculable.

Puedes buscar un centro de asesoramiento que pueda apoyarte en tu camino: no solo materialmente, sino también emocional y espiritualmente. También puedes acudir a un sacerdote de confianza o a tus amigos. Juntos pueden encontrar soluciones que quizás no verías sola.

Un “Sí” a la vida es un “Sí” a un futuro lleno de maravillosas posibilidades. Ten ánimo de decir “Sí” a la vida.

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